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Ergonomía: ¿Por qué es importante el mobiliario de trabajo?

No es ninguna novedad hablar del incremento de la vida sedentaria y de las horas de trabajo en espacios de oficina. Dedicamos mucho tiempo a trabajar y una gran parte la realizamos sentados. Sin embargo, sí son una novedad los cambios en nuestras ocupaciones dentro de la oficina, muchos venidos de la mano de la revolución digital (tecnología móvil, internet, comunicación instantánea, etc.). Por ello están desarrollándose ideas sobre nuevos métodos de trabajo y nuevos medios materiales para realizarlo, como los ya mencionados aparatos electrónicos, o, también y con un papel estructural en todo esto, el mobiliario.

Seguimos empleando buena parte de nuestra energía en realizar actividades desde una silla hacia una mesa, lo que inevitablemente tiene consecuencias en nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro ánimo. Quizás es hora de prestar una mayor atención a la forma en la que lo hacemos, es decir, a la ergonomía del mobiliario. Pasamos ocho horas al día en la oficina, siendo lógico que el uso del mobiliario con el que está equipada tenga sus consecuencias. Tomando a modo de ejemplo
muebles muy representativos, las sillas y mesas, éstos deben tener en cuenta todo tipo de factores ergonómicos: las diferentes posiciones que se mantendrán durante el trabajo, las distancias entre las pantallas y el ojo, la altura respectiva de silla y mesa, la forma de la columna de cada uno, altura, peso, constitución, etc. Podemos intuir la relación que en todo esto tendrá la postura.

La postura, los problemas derivados y su solución

La postura involucra las regiones lumbar, abdominal y torácica, y cómo éstas se relacionan con las extremidades y la cabeza. Todo ello está íntimamente entrelazado con el movimiento mecánico de las articulaciones y los músculos, el equilibrio y la flexibilidad, siendo por tanto un principal factor que influye en los estados emocionales y muchas otras funciones físicas, fisiológicas y psicológicas.

La falta de movilidad generada por una labor estática lleva tiempo combatiéndose desde la vanguardia del diseño y la fabricación de mobiliario. A la vista de la situación actual, se hace frente a los problemas de salud con iniciativas que buscan tanto el diseño de nuevos espacios de trabajo como un mobiliario adaptado a ellos. En definitiva, espacios que permitan dividir las ocupaciones, dinamizar los lugares y optimizar el rendimiento de los que lo realizan. Ideas como el sit-and-standsoft seating, los coworkings o contracts llevan años haciéndose un lugar en el mundo empresarial, con el objetivo de construir un espacio más cómodo, más integrado y, sobre todo, más saludable.

La mayoría de trastornos en la oficina se producen por esto, siendo los más frecuentes los musculares y esqueléticos. No todos los productos se diseñan siguiendo los criterios ergonómicos de calidad, por eso muchos dirigen y fomentan determinadas posturas que afectan negativamente a zonas como las áreas cervical, dorsal y lumbar de la columna o el miembro inferior a la cadera. Esto sugiere la importancia de las cuestiones ergonómicas: una alineación adecuada desde la cabeza a la pelvis con la silla, una correcta distribución del peso respecto del asiento y la superficie de apoyo, una adaptabilidad del mobiliario a los diferentes cuerpos, etc.

Desde Bigunem comprendemos la importancia del problema, y por ello suscribimos las soluciones específicas que nos proporcionan nuestros proveedores de mobiliario. No sólo nos ocupamos de satisfacer vuestras necesidades, también nos preocupamos estrictamente por vuestra salud y, a la luz de todas estas cuestiones, estaremos encantados de asesoraros.

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